Este pastel que hoy os traigo no esta buenísimo solo por el chocolate (el rey del dulce), sino por su ingrediente estrella, las galletas digestivas de avena! Le dan un toque..que digo un toque, le dan un super toque! La textura que se crea es muy esponjosa y bastante jugosa, y en nuestros paladares golosos crea una fiesta de sabores. Y después de toda esta retahíla de cosas que he dicho, solo queda que os pongáis ha hacer vuestro propio pastel, así que atent@s que allá va! :P
- 200 gr de galletas digestivas de avena
- 180 gr de cacao en polvo
- 80 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 60 gr de azúcar
- 3 huevos
- Medio sobre de levadura química
- Azúcar glasé para la cubierta
Lo primero que vamos a hacer es poner a precalentar el horno a 180 grados. Después trituramos las galletas hasta conseguir que estén totalmente pulverizadas. En un bol ponemos la mantequilla, el azúcar, el cacao y los mezclamos. Ahora añadimos los huevos y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea. Por último, añadimos las galletas y la levadura y seguimos removiendo hasta que este uniforme. Quedará una masa espesa y consistente.
Preparamos el molde untándolo con mantequilla y un poco de cacao para que nuestro pastel no se pegue (en mi caso el molde es uno circular de 26 cm, pero puede ser cualquier otro). Vertemos la mezcla en nuestro molde con ayuda de una espátula de silicona. Metemos el pastel en el horno y bajamos la temperatura a 160 grados. Lo horneamos durante 45 minutos con calor arriba y abajo. Cuando haya pasado ese tiempo abrimos el horno y le introducimos un palito al pastel, si sale limpio ya estará listo, sino horneamos durante 5 o 10 minutos más.
Lo dejamos enfriar y lo espolvoreamos con azúcar glasé, cubriendo por completo su superficie. Y ya solo quedará disfrutar de este jugoso pastel, que esta para chuparse los dedos! ;)
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